Siempre sostuve que el sistema educativo no funciona de manera eficiente, en casi ningún nivel. Los contenidos son dados de una manera automatizada y vacía, provocando que los estudiantes difícilmente manifiesten algún interés particular por ellos, más que el interés de aprobar la materia.
Por más ganas que un docente le ponga a su clase, la manera en que están administradas las horas hace que los estudiantes deban concentrarse en diferentes materias a la vez, lo cual genera que sean pocos los que profundicen los estudios que se ven obligados a abordar.
Pero esto no se queda sólo en la enseñanza primaria y secundaria, sino que también la universitaria tiene sus problemas, y de hecho escribí esto más que nada para focalizarme en ella. Resulta ilógico que una persona escoja una carrera porque es algo que le gusta y que la sobrecarga horaria y las casi idénticas fechas de parciales no le permitan disfrutar ni terminar de asimilar los contenidos estudiados. No se hasta que punto funciona este sistema, pero pienso que la famosa "Época de parciales", lejos de darle al estudiante la oportunidad de plasmar todo su conocimiento y terminar de asimilarlo, lo hacen sobrecargarse de información, cosa que no le es útil a mucha gente, si su deseo es disfrutar su experiencia universitaria y asimilar los conocimientos abordados de una manera práctica y eficiente.
En algunas carreras esto sucede más que en otras. Lo cierto es que debe existir una mejor forma o mejor ritmo de enseñanza-aprendizaje que el actual. Alguna forma en la que no existan los estudiantes que acaben por odiar su propia carrera, siendo esta lo que en un principio desearon para su vida. No estoy muy al tanto de los sistemas educativos de otros países, pero calculo que en todos o la mayoría sucede esto, no solo en el argentino.
Supongo que es posible encontrar una solución. Un ejemplo que se me ocurre es que en lugar de dar 8 materias anuales (por ejemplo), se de una materia diferente cada mes, teniendo la misma cantidad de clases que en todo el año. Este sistema igual podría caer en el error de hartar o sobrecargar al estudiante (aunque de otro modo).
En síntesis, yo creo que el proceso educativo (primario, secundario y universitario) no tiene que ser un sufrimiento, sino todo lo contrario. Pero sabemos que no es así. Desde siempre la mayor parte de los estudiantes odia el colegio, y aún existe gente que no soporta la universidad, pero continúa para llegar al título.
Resulta ilógico que muchos seres humanos acaben rechazando la tarea de conocer, porque (al menos para mí) la vida de conocer se trata, y conocer se trata de la vida. Cuanto más conoce uno más libre es, y resulta triste que exista un sistema que nos lleve a ver como algo tedioso el aprendizaje.